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qué difícil hablar de uno mismo...que difícil no repetir frases trilladas...en fin...haré lo que pueda...simplemente soy yo, alguien común, con vueltas como todo el mundo, llena de dudas, de miedos, con alegrías varias y a veces muy ansiosa...

miércoles, 23 de octubre de 2013





EL BESO



Sólo quienes más tememos al amor...lo admiramos tanto...
Comparto con ustedes algunas de las fotos de mi colección de besos...
(algunas de estas fotos las tomé yo, Sol María Zaitsev y otras Raúl Errubidarte, maravilloso fotógrafo)  

sábado, 19 de octubre de 2013




         El recorrido del camino solía perder sentido algunas mañanas de abril. el frío le pegaba en la cara y sentía esa garúa insostenible que empalagaba el ambiente de humedad y olor a meo de perro en todos lados.
         Olivia cruzó la avenida y buscó con la mirada el poste del bondi. Ya eran casi las siete. Pronto llegarían los que siempre viajaban a la misma hora y de los cuales más de una vez se preguntó qué harían de su vida. Por ejemplo, esa chica de unos veintitantos años que siempre llevaba los "walkman" puestos y el jean de moda, ¿trabajaría o estudiaría?; y ese viejo canoso con la horrible campera de cuero ajustada en la cintura, parecía haberse quedado en los setenta...más adelante, a la altura de Warnes,subía el chico alto de pelo corto y raya al costado, con sus chombas impecables y los pantalones pinzados...se bajaba dos paradas antes que ella. 
          A veces en esos viajes interminables del 109 se preguntaba cómo sería su vida en veinte años, si siempre vivíría en ese espantoso PH que a su madre le costaba tanto pagar, si conocería alguna vez a su padre y dejaría de ser una imagen fotográfica...se preguntaba si alguna vez envejecería, si la Rock and Pop y "Radio Bangkok" continuarían al aire, y sumo, Virus, Soda...
         Veinte años, un suspiro, un abrir y cerrar de ojos y viajar en los huecos de su cerebro, veinte años en donde lentamente muchas de sus sospechas se concretaron y otras nuevas llegaron para hacerla perder en otros bondis, en otros cuerpos y caras, en otras vidas que imaginar.

martes, 3 de septiembre de 2013



Aquella mañana se colocó el vestido rojo que tanto le gustaba a Esteban, se maquilló con cuidado y emprolijó el largo cabello castaño.
Escalón por escalón sintió que los años de recuerdos se acomodaban en su memoria y mientras se presentaban, sin pedir permiso, aprovechaban para zarandear sus sentimientos y peinar sus emociones.

lunes, 8 de julio de 2013

HE VUELTO...

Ya casi un año sin escribir, un tiempo largo y sin embargo a mi me parece un suspiro, un fragmento se tiempo casi similar al que nos tomamos cuando no acomodamos el cabello detrás de la oreja. Un año..bah, casi, casi.
Bueno...qué decir. Lo más imortante es que este año he podido desarrollar mi vocación, me consume mucho tiempo y dedicación...pero me gusta mucho y me lleva a preguntarme una y otra vez cómo no lo hice antes. Una amiga dice que todo tiene su momento y su lugar, que tenemos relojes internos que un día despiertan y comienzan a sonar incansablemente...¿será así?
Un nuevo amor, un nuevo comienzo, libros  y cuaderno...soy feliz con poco (aunque un poco más de plata no vendría mal).
He vuelto.

viernes, 22 de junio de 2012

Certeza

No existía más presagio que aquella mirada eterna que le dirigió al aproximarse a la puerta. Todavía sentía el aliento rosado perdido en los pliegues de su cerebro cuando se acercó a extenderle la mano.
Había aprendido que no hay nada que detenga al destino, inescrutable, avasallante, y que podría haber tendido las camas de otra manera, abrir un sobre por el otro extremo, transitar nuevas calles o cambiar de peinado pero los acontecimientos se aproximarían haciendo fila y peinándose a la gomina.
Tuvo la certeza del frío que atravesó sus manos y le puse la piel de gallina. Supo, aturdido, que quizás hoy, el Destino había encontrado la dirección de su vida...

sábado, 26 de mayo de 2012

mi vocación...

Al fin...al fin puedo hacer lo que me gusta apesar de mis miedos, de mis inseguridades y todas las contrariedades que no me dejaban acercarme a lo que siempre quise hacer...y no me atreví. Y sí, la única culpable de no poder fui yo. Ahora, cuando pienso en el tiempo perdido me pregunto por qué fui tan cobarde y como única respuesta,  llega a mi duda, saber que simplemente tenemos un tiempo para todo...