Sospecho que fui Yo

Es difícil empezar, tomar el hilo de algo que alguna vez dejé y seguir el camino. Lo que dejé fueron mis ganas de escribir, las amontoné por ahí, las hice un montoncito de ganas arrugado y me dije a mi misma que jamás lograría conmover a nadie y que mejor me olvidase de tratar de contar historias.
¿Qué cuento? ¿Tengo algo interesante que decir, que transmitir, con palabras que quizás no logren plasmar todo lo que pasa en mi cabeza, y muchas veces en mi pecho, en mi estómago?
Siempre supe que nací para ser una mediocre, un pedazo más de ser humano que vive sin saber para qué, por qué...¿será así?
 Miro a mi alrededor, ¿esto es la realidad? ¿esta serie de sucesos que me rodean y que a los que a veces  no les encuentro sentido ni razón de ser?
Voy de casa al trabajo, del trabajo a casa. Busco a mi hija en la escuela, voy al super, paseo a mi perro, miro boludeces y calamidades en la tele, esquivo los libros de la biblioteca que me susurran, cada vez que paso a su lado camino al baño, porque la biblioteca está cerca de la puerta del baño, que los vuelva a tomar, a recorrer sus palabras y sus imágenes como cuando tenía ocho años.
Mi primer gran contacto con ellos fue con una serie  que le regalaron a mi madre en su trabajo, los iban a tirar a la basura y ella los rescató para mi. Todo ese verano me la pasé leyendo, feliz, las aventuras de "Kasperle", soñando con los viajes que  realizaba "Bibi" en su lejana Dinamarca y descubriendo misterios de los hermanos...¿cómo se llamaban? ¿Hardy? bueh, no recuerdo....pero a partir de allí no paré de leer, de todo, no importaba...pero mi cabeza volaba y me desconectaba de tanta realidad.
Espero poder, espero tener ganas de compartir mis relatos y encontrar las palabras justas, enriquecedoras...que me recuerden quién era cuando todavía tenía ganas de contar historias.